Dos hombres, el científico serbio-americano Nikola Tesla y el físico italiano Guglielmo Marconi, se enfrentaron cara a cara en lo que se convertiría en la carrera para inventar la radio.
Hoy, más de 100 años después, seguimos sin tenerlo bien claro y todo por una pelea de patentes. La historia es turbia y combina el descubrimiento científico con demandas y marketing pasado de moda. Veamos si podemos desenredar el asunto.
Después de emigrar a los Estados Unidos, en 1884, Tesla inventó la bobina de inducción o Bobina Tesla, un dispositivo esencial para enviar y recibir ondas de radio y una Oficina de Patentes de Estados Unidos más tarde diría que Marconi se basó en su trabajo. Pero en 1895, un incendio destruyó el laboratorio de Tesla mientras se preparaba para enviar una señal de radio de aproximadamente 80 kilómetros a West Point, New York.
Mientras tanto, Marconi había estado conduciendo sus propios experimentos y en 1896, envió y recibió señales de radio basadas en el código Morse a distancias que abarcaban casi 6 kilómetros en Inglaterra. Ese mismo año, solicitó, y se le concedió, la primera patente del mundo en telegrafía inalámbrica en Inglaterra.
Tesla solicitó sus primeras patentes en el trabajo de radio en 1897 en Estados Unidos. También construyó y demostró un bote controlado por radio en el Madison Square Garden en 1898. Aquí es donde las cosas se ponen extrañas.
En 1900, la Oficina de Patentes de los Estados Unidos otorgó a Tesla las patentes 645.576 y 649.621, el diseño fundamental de las bobinas de Tesla, el 20 de marzo y el 15 de mayo, respectivamente. Las patentes de radio de Tesla lo hicieron dueño de unas de las clave para la comunicació por radio. Ese mismo año, el 10 de noviembre, Marconi presentó la patente número 7777, para telegrafía sintonizada.
Al principio, la oficina de patentes denegó las solicitudes de Marconi basándose en que su trabajo dependía del uso de bobinas de Tesla. Sin inmutarse, Marconi utilizó las conexiones y la riqueza de su padre para encabezar un negocio rentable basado en su tecnología telegráfica mientras continuaba con la lucha por la patente de radio. En 1901, transmitió el primer telégrafo transatlántico.
Marconi volvió a solicitar durante tres años, mientras que obtuvo apoyo financiero de inversores tales como Andrew Carnegie y Thomas Edison. Finalmente, en 1904, la Oficina de Patentes de Estados Unidos revertió inexplicablemente su decisión anterior y otorgó al italiano la patente de la invención de la radio.
Marconi ganó el Premio Nobel de física en 1909, alimentando aún más la rivalidad con Tesla. En 1915, Tesla demandó a la empresa Marconi por infracción de patente en vano. Marconi había ganado. ¿No?
En un giro irónico del destino, la compañía de Marconi demandó al gobierno de Estados Unidos en 1943 por infracción de patentes durante la Primera Guerra Mundial. Pero el caso nunca llegó a los tribunales. En cambio, para evitar la demanda por completo, el Tribunal Supremo de Estados Unidos confirmó la patente 645.576, restaurando así a Tesla (que había fallecido unos meses antes) como el inventor de la radio.
Entonces, ¿quién fue el verdadero inventor de la radio? Ustedes saquen sus conclusiones.
Para más información sobre patentes en el Perú: https://www.indecopi.gob.pe/patenta
Fuente: howstuffworks.com