¿Es posible impactar la vida de un billón de personas de forma positiva a partir de un proyecto de tecnología e innovación? Nohelia Merino y Benito Juárez se hicieron esta pregunta y se animaron a postular proyectos que les permitieron compartir sus grandes ideas con representantes de 48 países en el Summer 2016 Singularity University Global Solutions Program, diez semanas intensas de aprendizaje e intercambio cultural y tecnológico junto a 80 profesionales destacados, que se desarrolla en el Parque de investigaciones de la NASA, en Silicon Valley, Estados Unidos.
Ambos tuvieron la oportunidad de escuchar e interactuar con los mejores ejecutivos de Silicon Valley, que alberga a muchas de las grandes corporaciones de tecnología del mundo como Google, Facebook, Intel, Yahoo, E-bay, etc., y prestigiosas instituciones como la NASA, la Universidad de Stanford y la Universidad de Berkeley. Allí pudieron visitar instalaciones como las de Google o entrenar como lo hacen los astronautas de la NASA.
Nuestros representantes fueron seleccionados por el Global Impact Competition Perú 2016, lo que les permitió ganar su participación en el Summer 2016 Singularity University Global Solutions Program, donde aprendieron en las primeras semanas acerca de computación cuántica, inteligencia artificial, robótica, impresión 3D, biología sintética y emprendimiento empresarial. Después de eso, formaron equipos para desarrollar soluciones únicas a los grandes desafíos globales, con la intención de crear empresas que tendrán un impacto positivo en las vidas de millones de personas en 10 años o menos.
“La experiencia en Singularity te cambia la vida porque te permite conocer nuevas tecnologías y darte cuenta que nada es imposible. Me gustaría continuar con este proyecto y traer los start-up espaciales al Perú”, señala Nohelia. Ella y su equipo lograron preparar el proyecto “Intelligent Space” en apenas 5 semanas. Este proyecto busca transportar satélites muertos de una órbita a otra, para evitar colisiones con los satélites activos. Lo que buscan Nohelia y su equipo es, en otras palabras, preocuparse no sólo de cuidar el medio ambiente terrestre, si no también espacial, pues la basura espacial puede afectar a un satélite activo lo que repercutiría en el funcionamiento de casi todas nuestras tecnologías (vuelo de aviones, celulares, el acceso a internet, los GPS, etc.).
Por otro lado, Benito presentó junto a su grupo el proyecto “Nutrigene”, un bioreactor portátil que genera vitaminas y nutrientes de acuerdo a las necesidades específicas de cada persona que podrá ser utilizado en los hogares. Este bioreactor funciona con diferentes levaduras que a través de un proceso bioquímico y sumado a la información genética y medioambiental, genera una esfera que contiene la suma de los nutrientes que la persona requiere para mantener sana. Esto ayudaría, por ejemplo, a solucionar problemas como la desnutrición infantil y otras enfermedades en poblaciones vulnerables, que no tiene la posibilidad de conseguir los nutrientes que necesitan para mantenerse sanos.
“Lo más importante que aprendí en Singularity University es que es necesario incentivar la visión de que todo es posible. Y que tan importante como la palabra “democratización” es la palabra “desmonetización”, no sólo debemos buscar que estas tecnologías y avances lleguen a todos, si no que todos puedan acceder a ellas”, sostiene.
Al final de esta pasantía, los equipos con proyectos considerados con el mayor potencial fueron invitados al GSP Launchpad para tomar estas nuevas compañías al siguiente nivel. Nohelia y Benito, con sus respectivos equipos, han sido invitados a participar de 8 semanas más Silicon Valley para acelerar sus emprendimientos.