Alexander Fleming fue un científico escocés del siglo XIX y XX, fallecido el 11 de marzo de 1955.
Conocido principalmente por el descubrimiento de las propiedades antibacterianas de la penicilina y la lisozima.
Nació el 6 de agosto de 1881, en el seno de una familia campesina, un pequeño pueblo del suroeste de Escocia. A los 13 años decidió mudarse a Londres con su hermano John y un hermanastro, que por aquel entonces estaban estudiando medicina.
En Londres, Fleming comenzó a estudiar medicina en el St. Mary’s Hospital Medical School de Paddington. A los 25 años, antes de terminar su carrera, se adentró en el mundo de la bacteriología trabajando en el laboratorio del inmunólogo Almroth Wright.
A partir de ese momento dedicó el resto de su vida al estudio de las infecciones bacterianas. Descubrió el lisozima en 1922, al estudiar posibles tratamientos para un tipo de infección conocida como gangrena gaseosa. En 1928 descubre la penicilina. La curiosidad y meticulosidad de Fleming le llevaron a estudiar esas muestras con moho y a descubrir el efecto antibacteriano de uno de los componentes de ese hongo: la penicilina.
Al año siguiente publica sus resultados en el British Journal of Experimental Pathology y pasó un tiempo intentando aislar de forma eficiente la penicilina del hongo. Sin embargo, las dificultades para obtener el antibiótico en grandes cantidades y la poca difusión de la relevancia de su descubrimiento retrasaron la comercialización del primer medicamento antibiótico 12 años, cuando el bioquímico alemán Ernst Boris Chain y el famarcólogo australiano Howard Walter Florey desarrollaron un método de purificación de la penicilina eficiente que permitió su síntesis y distribución mundial.
Recibe el premio nobel de Fisiología o Medicina en 1945, junto a Ernst Boris Chain y Howard Walter Florey, por el “descubrimiento de la penicilina y su efecto curativo sobre las enfermedades infecciosas”.
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