Todo empezó en mi salón de clases, cuando comencé a presentar proyectos de ciencia representando a mi colegio y provincia. Fue mi perseverancia que me llevó en el 2015 a participar de la feria más grande de ciencia y tecnología del Perú, la Feria EUREKA, donde entablé amistad con personas de diferentes regiones del país, lo que me llevó a tener nuevas ideas, y por primera vez viajar al extranjero a la Feria Binacional de Ciencias Peru-Ecuador. Esta experiencia me ayudó a ser selecionada en el Campamento de Ciencias realizado en California -Estados Unidos, al cual asistieron jóvenes de diferentes países de América, reunidos con el objetivo de compartir ideas, proyectos y trabajos de nuestras comunidades. Por estos logros, agradezco a Dios y al apoyo incondicional de mi familia, maestros y amigos.
Es así como, de regreso al Perú, me desarrollé como embajadora estudiantil del Instituto de las Américas. Donde formé parte de la red de becarios de la Embajada de EE.UU. con el compromiso de contribuir a fomentar la cultura científica como herramienta de transformación y desarrollo, lo que representó un efecto multiplicador para compartir con otros jóvenes lo aprendido y las oportunidades que existen. Esta experiencia me llevó a realizar reuniones con escolares para el intercambio de conocimientos y experiencias, de lo cual me llamó la atención el interés de los jóvenes por temas relacionados a las ciencias. Posteriormente, fui seleccionada para participar del diálogo global con la Primera Dama de Estados Unidos, Michelle Obama. Esto con motivo del Día Internacional de la Niña, experiencia que me hizo ver que hay que empoderar a la juventud.
Con tan sólo dieciséis años, y después de haber vivido todas estas experiencias, decidí realizar el “ I TALLER DE JÓVENES EMPRENDEDORES EN LA CIENCIA E INVESTIGACIÓN”, donde se desarrollan actividades de ciencia, ambiente y desarrollo. Por ejemplo, aplicar el método científico, experimentación, valoración del medio ambiente y biodiversidad. De otro lado, también compartí las oportunidades como concursos, voluntariados, becas y financiamientos a las que pueden acceder. Cabe resaltar que esta iniciativa fue posible por el apoyo de Cienciactiva del CONCYTEC, la Embajada de Estados Unidos en Perú, La Comisión Fulbright, el Gobierno Local de Piura y otras instituciones que laboran en mi comunidad.
No pasó mucho, para ver el impacto de este encuentro en la vida de los jóvenes que asistieron, pues un grupo ya había emprendido un proyecto el cual presentaron en la feria de ciencias en su colegio. Otros se sumaron a la comunidad de Facebook llamada “Protector”, la cual yo administro, y tiene como objetivo generar contactos, acceder a información y participar de actividades posteriores. Incluso, vino a mí una de las asistentes a la cual pude orientar para que tenga apoyo y contribuir al cuidado ambiental, temas que le interesaban a ella y a sus compañeros.
Es así, que cuando se desarrollan las Ferias de Ciencias, se aprecia que más escolares trabajaban en sus proyectos, también acuden a mí para orientarlos e impulsarlos. Recuerdo que en las charlas les comenté la importancia de compartir nuestros avances y emplear las TIC´s y redes sociales para difundir sus proyectos e involucrar a más personas. Todo ello, me motivó este año a continuar con esta iniciativa, con una convocatoria a nivel nacional, me tenía preocupada la acogida del evento por la época de vacaciones y verano. Pero a pesar de ello, más de cien jóvenes se sumaron al evento, demostrando que el interés por temas relacionados a la ciencia e investigación está presente. De esta manera, más instituciones se han sumado, como por ejemplo la Pschool foundation, la Presidenta de la Mesa de Mujeres Parlamentarias del Perú, Karla Schaefer, entre otros.
Una de las asistentes piensa unirse a un voluntariado en su comunidad, y recientemente un joven desde Cuzco me escribió interesado después de haber visto fotografías del taller.