El hantavirus es un virus muy peligroso que se transmite por contacto con la orina, saliva o excrementos de roedores. Puede causar la enfermedad de fiebre hemorrágica con sindrome renal (FHSR) o el síndrome pulmonar por hantavirus (SPHV) y conducir a la muerte.
Hasta 2010, Perú era uno de los pocos países de América que parecía estar ajeno a esta enfermedad. Pero en el año 2011 esto cambió: cuatro casos de síndrome pulmonar por hantavirus, o SPHV, fueron reportados por el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica en cuatro distritos de la provincia de Maynas, región Loreto; de ellos dos murieron. Los últimos cuatro casos fueron reportados en el 2014, en el distrito de San Juan Bautista. De manera silenciosa la enfermedad parece avanzar.
“Hasta la fecha, todos los casos reportados proceden de la provincia de Maynas, en la región Loreto, sin embargo, pruebas serológicas demuestran que poblaciones asintomáticas de los distritos de Moyobamba y Rioja, en la región San Martín, presentan anticuerpos IgM positivos para hantavirus (Vargas, 2013), lo que evidencia la presencia del virus en esos lugares, pudiendo reportarse nuevos casos allí si no se enseña a la población las acciones necesarias para evitar el contagio”, señala el Dr. Víctor Pacheco, del Museo de Historia Natural de la Universidad de San Marcos. Èl y su equipo de investigadores tienen una larga trayectoria en el estudio de roedores en el Perú.
El hantavirus es la nominación taxonómica de un grupo de por lo menos 20 especies del virus Hantaan. Su nombre se debe a que los primeros casos de la enfermedad, reportados en los años 50, se originaron a orillas del río Hantaan en Corea.
En el caso de los cuatro primeros fallecidos en el Perú en el 2011, se pudo identificar a las especies de hantavirus implicadas: Seoul y Río Mamoré. “Hasta la fecha, se conocen al menos tres subfamilias de roedores que serían portadores de las distintas especies de hantavirus, y cada una de estas especies estaría asociada a una especie única de roedor. En América del Sur (y América Central), la subfamilia Sigmodontinae es el grupo con la mayor cantidad de roedores reservorios o portadores de hantavirus”, detalla el especialista.
Los seres humanos adquieren el hantavirus al respirar de forma accidental partículas aerosolizadas de heces u orina, o mediante la saliva por mordedura de roedores portadores, aunque también se ha reportado la transmisión de persona a persona del subtipo Hantavirus Andes (ANDV). En cualquiera de las formas de contagio, pero dependiendo de las especies de hantavirus, la persona afectada puede desarrollar la fiebre hemorrágica con síndrome renal (FHSR) o el síndrome pulmonar por hantavirus (SPHV). En América la mayor incidencia es de síndrome pulmonar, una afección cuatro veces más mortal (60-80%) que la fiebre hemorrágica con síndrome renal.
En el Perú, pese a la aparición de esta peligrosa enfermedad, no se han realizado mapas de la distribución de los roedores considerados reservorios de enfermedades emergentes en la Amazonía peruana. Un animal “reservorio” es un organismo que alberga u hospeda a largo plazo a un agente infeccioso (virus, bacteria, parásitos u hongos) y que causa una enfermedad que se transmite de animal al ser humano (transmisión zoonótica). Este reservorio le sirve al agente infeccioso como medio de supervivencia, donde se reproducirá o replicará; en el caso del hantavirus son las ratas y ratones.
“Existen deficiencias en la determinación precisa de las especies de roedores reservorios de enfermedades que se transmiten de animales a humanos en la Amazonía, incluyendo el hantavirus. Esto dificulta su estudio, seguimiento y la toma de decisiones que tienen que ver con la prevención del contagio de animales a humanos y de humanos a humanos”, explica el Dr. Pacheco, quien lidera un equipo de científicos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos que ha ganado un importante financiamiento para mejorar la determinación de las especies de roedores y presentar mapas de la distribución, sugiriendo áreas de alto riesgo de la enfermedad. El equipo ha escogido como área de estudio los alrededores de la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana, en los caseríos de Nina Rumi y Llanchama del distrito de San Juan Bautista, provincia Maynas.
“El primer paso es realizar un inventario de la diversidad de roedores presentes en esa área, basándonos en colectas intensivas y comenzar la identificación usando información publicada en artículos científicos, el uso de la colección científica y el acceso de bases especializadas ”, señala el Dr. Pacheco. Y es que el departamento de Mastozoología del Museo de Historia Natural de Lima cuenta con la colección científica más grande del país y una base de datos especializada sobre distribución de mamíferos en todas las ecorregiones geográficas del territorio peruano.
Luego revisamos si las especies de roedores que encontramos han sido reportadas como portadores de hantavirus en el Perú u otros países sudamericanos. Con los registros de ocurrencia elaboramos mapas de zonas de alto riesgo, definidas como el área donde es altamente probable que se encuentre la especie, para que sean evaluadas por las instituciones de salud que deben confirmar si los roedores y pobladores de dichas zonas dan positivo para esta enfermedad
Lídes de proyecto
El equipo de investigación trabajará con alrededor de 400 roedores que serán colectados con trampas en los caseríos de Nina Rumi y Llanchama, distrito de San Juan Bautista, Loreto, el último lugar donde se han reportado casos de hantavirus. Los especímenes colectados serán sacrificados. “De ellos se obtendrá el cráneo, esqueleto, piel y aparato digestivo para la evaluación morfológica y el análisis de endoparásitos; se obtendrán además suspensiones celulares para los análisis citogenéticos y muestras de tejido para la obtención de secuencias de ADN que permitan el análisis molecular”, señala el Dr. Pacheco. Estos dos últimos métodos permitirán cumplir uno de los objetivos principales del proyecto: caracterizar con alta precisión cada especie. La caracterización con métodos moleculares y genéticos es ahora imprescindible ya que a simple vista no es posible lograr una determinación correcta.
En los roedores la infección es asintomática, no desarrollan la enfermedad ni los síntomas como sí lo hace el ser humano. En las personas, la enfermedad se presenta primero como un estado gripal simple, fiebre, fuertes dolores musculares, dolor abdominal, escalofríos, dolores de cabeza, náuseas, vómitos y a veces diarrea y tos. “Después de algunos días se pueden presentar dificultades respiratorias, que de agravarse producen lo que se conoce como SPHV o Síndrome Pulmonar del Hantavirus, que puede ocasionar la muerte si no es tratado a tiempo”, indica el Dr. Pacheco quien añade que no existe actualmente un tratamiento específico sino solo de soporte.
Los pacientes tratados con síndrome pulmonar por hantavirus deben ser asistidos en establecimientos hospitalarios, de preferencia con unidades de terapia intensiva que cuenten con asistencia respiratoria mecánica. Los medicamentos solo pueden ayudar a que el cuerpo intente resistir el virus
Lídes de proyecto
Los mapas de riesgo en los que trabaja el equipo científico son de gran utilidad porque pueden determinan las áreas en las que podría darse el brote de la enfermedad. Ayudará a que las autoridades nacionales y regionales implementen o mejoren sus planes de salud teniendo en cuenta la presencia y hábitos de los roedores reservorios cercanos a las poblaciones.
También se realizarán talleres para informar a la población los resultados de la investigación, además de enseñarles cómo reconocer y evitar adquirir la enfermedad sobre todo el contacto con los roedores. Mediante campañas de control de roedores y prevención, muchas personas que viven en comunidades y distritos de las zonas aledañas y más vulnerables de la Amazonía peruana podrán mejorar su calidad de vida. Sin duda una investigación útil para la sociedad, el medio ambiente y la salud.
Así es como en el Perú hacemos ciencia e innovación tecnológica para el desarrollo del país.
Redactado por: Claudia Cisneros